Este hombre fue la primer persona que tocó la piel de mi hijo con sus manos (yo la tocaba con el corazón, alma y útero los 9 meses de embarazo). Cuando las 2 abuelas se peleaban por tener la razón sobre algunas cosas que había que hacer y no hacer con el recién nacido, este sabio y sincero médico nos reunió padres y abuelas y les dijo que nos dejen de joder, que pueden aconsejar pero no decidir, que la decisión es nuestra (de los padres y el pediatra, jajaja) y aunque las abuelas siguieron molestando, él ya les había hecho conocer claramente nuestro punto de vista.
Cuando un colega suyo nos dijo que el bebé tenía epilepsia, él nos tranquilizó, nos dio el mejor consejo que he recibido en mi vida, aunque iba en contra de la reputación de la medicina en el país, que también lo incluía a él, y nos alentó a buscar otra opinión fuera, de donde resultó que el hijo no tiene nada anormal, mucho menos epilepsia! y pudimos volver a dormir tranquilos. Puedo decir que me recuperé mi paz gracias a él.
Le daba a mi hijo un trato tan especial y cariñoso que en algunos momentos hasta llegué a pensar que lo debía querer más que a sus otros pacientes, imagino que todos los papás hemos debido pensar lo mismo. Y logró revivir una plantita que en mi casa estaba ya casi muerta, mi esposo decía que debíamos botarla no mas, que era vergonzoso regalarla así, pero él la recibió con mucha emoción y le ha debido dar el mismo trato que a sus pequeños pacientes, con lo que la nena decidió seguir viviendo.
Lo extraño con toda el alma, siento como si se hubiera ido un gran amigo de mi familia, o alguien de la familia…me siento perdida! siento que no encontraré mejor médico que él y eso me hace sentir muy vulnerable. Desde acá, mis mejores deseos, que pronto caiga este gobierno, no me importa si hiciste o no algo ilegal, solo quiero que te exoneren de toda culpa, te armes de valor y vuelvas a tu consultorio para que puedas ver a mi hijo y decirme que todo sigue bien.